Conforme avanzan los meses del año vamos viendo con mejor perspectiva las cosas que nos propusimos a prinicipio de año cumplir, muchas cosas realizadas y otras talvez postergadas. Ya Dios dirá si conviene que se realicen o no. . Lo que no podremos hacer es volver el tiempo atrás para perdonar o pedir perdón a nuestro prójimo, cercano o no. Con la llegada de la Pandemia nos damos cuenta que la vida es hoy y que mañana puede llegar a ser demasiado tarde. Nuestra devoción al Sagrado Corazón debe encaminarse no solamente a cumplir con las 9 Misas que Él amorosamente nos pide. Si de verdad le amamos, llevemos una devoción a la acción, y esta debiera ser aprender a amar com Él ama, aprender a perdonar como Él perdona y aprender a confiar como El confía en Su Padre. No es fácil pero tomar la decisión es ya un primero paso importante, la gracias la dará Dios en Su momento si sabemos pedirla con humildad.
Septiembre no ha sido un mes fácil para muchos, si vemos las noticias han habido catástrofes naturales, guerras, divisiones y la pandemia no cesa. Es tiempo de seguir orando, implorando y rogando a Dios pero sobretodo es tiempo de dejar que Su Voluntead sea como Él la desea para cada uno. Siempre he sentido que obedecer la Voluntad de Dios no es difícil, lo difícil es amar Su Voluntad si nuestro conrazón aún tiene apegos a cosas y personas. Del Sagrado Corazón de Nuestro Señor podemos ver el gran ejemplo de siempre hacer la Voluntad del Padre y por supuesto de Su amada Madre.
Al inicio de este nuevo mes, colocamos nuestros proyectos, trabajos y en especial a nuestra familia en el Corazón Amoroso del Señor para que sea El Quien cuide de cada uno y ponemos nuestra voluntad para que sea Él Quien moldeé nuestras vidas.